La curiosidad me llevó a correr 81 millas (130 km) en una semana—¿A dónde podría llevarte a ti?
Solía correr unas 65 millas (100 km) por semana en los senderos cerca de mi casa, persiguiendo desnivel y disfrutando el proceso. Mi cuerpo manejaba bien el volumen y me acostumbré a esa carga.
Pero hace unas semanas, mientras escuchaba un podcast con Courtney Dauwalter—una de las mejores corredoras de trail de todos los tiempos—algo me llamó la atención. Habló sobre cómo la curiosidad la impulsa a explorar sus límites, planteándose preguntas como: “¿Qué podría pasar? ¿Seré capaz de hacerlo? ¿Qué aprenderé?” Para ella, el éxito no se trata de los resultados, sino del descubrimiento.
Eso me hizo pensar: ¿Y si corriera más esta semana? ¿Me sentiría diferente? ¿Seguiría teniendo energía para el trabajo y la vida?
En lugar de fijarme una meta abrumadora, lo tomé paso a paso—agregando solo 2–3 millas extra (3–5 km) cada día. Al final de la semana, había corrido 81 millas (130 km) con más de 17,500 pies (5,338 m) de desnivel, y no se sintió como un esfuerzo extraordinario.
Sin este experimento de curiosidad, me habría quedado en 65 millas (100 km), sin darme cuenta de que era capaz de más o de lo que realmente funcionaba mejor para mí.
Esta experiencia reforzó lo que creemos en Stepps: la curiosidad es el motor del cambio, y el progreso real viene de pequeños ajustes constantes. No es necesario cambiarlo todo de golpe. Con la mentalidad y las herramientas adecuadas, los desafíos dejan de ser abrumadores y el cambio significativo sucede.
La curiosidad ha moldeado muchas de mis decisiones más importantes—mudarse a otro país, dejar mi carrera en consultoría, lanzar Stepps e inscribirme en ultramaratones, entre otras. Y sigo enfrentando esos desafíos paso a paso.
¿A dónde podría llevarte la curiosidad? ¿Qué pequeños pasos estás dando hacia tu próximo desafío?
Hablemos—¡respóndeme y comparte tus pensamientos!
Alejandro Gonzalez
Founder & CEO, Stepps