Aprendiendo a Pausar—Todavía en Proceso

Aprendiendo a Pausar—Todavía en Proceso

Me encanta mi vida y el lugar donde vivo ahora, 6-7 zonas horarias por delante del resto de mi equipo. Esperaba con ansias el cambio de zona horaria, sabiendo que me daría espacio para disfrutar de mis mañanas (¡y entrenar mucho en las montañas!) antes de que comenzara la avalancha de mensajes de Slack, correos electrónicos y llamadas. Y me ha dado espacio, ¡solo que se llenó muy rápido!

He desarrollado una rutina matutina: me levanto (más o menos) temprano, paseo a los perros, desayuno, hago algo de trabajo asincrónico y salgo a correr largo por las montañas. Para cuando me ducho y almuerzo, son las 2:30 p.m. y mi jornada laboral “sincrónica” comienza. Las tardes están llenas: llamadas, reuniones, desarrollo de productos, tareas del hogar y todo lo que hay en medio. Me doy tiempo para cenar, llevar a los perros a otro paseo y luego trabajo hasta tarde en la noche. ¿Estoy ocupado? Definitivamente. ¿Lo disfruto? Absolutamente. ¿Es sostenible? Probablemente no.

Rápidamente se volvió abrumador. Terminaba cada día y cada semana completamente agotado. Mantenerme enfocado y con energía se volvía más difícil, y mi rendimiento en los entrenamientos se veía afectado. ¿Estaba haciendo demasiado?

Entonces, me di cuenta: La vida no es una serie de cajas separadas y removibles—trabajo, entrenamiento, tiempo personal. Todo se mezcla y es una combinación constante de tareas y momentos. Amo esta vida, y estoy agradecido por ella. No creo que la respuesta correcta sea dejar de hacer cosas; el reto ahora es encontrar una manera de manejar el flujo sin sentirme abrumado.

Así que empecé a tomar pequeñas pausas: saborear mi café durante cinco minutos sin ver pantallas, tomar cinco respiraciones profundas antes de empezar a comer, cambiar mi espacio de trabajo a un café para darme un breve paseo y reiniciar, tomar un par de minutos para simplemente sentarme y acariciar a los perros, y mirar por la ventana durante un par de minutos entre llamadas. Me aseguré de tomar "micro-pausas" al menos una vez cada hora.

Estas pausas me han ayudado mucho, pero todavía estoy aprendiendo a navegar mi rutina. En este punto, estoy seguro que tomar descansos—sin importar cuán cortos sean—es una inversión que vale la pena. Se traduce en claridad mental, tranquilidad y energía renovada.

Todavía tengo mucho que aprender. Me encantaría saber de ti: ¿Cómo tomas pausas durante el día? ¿Qué te ha funcionado? ¡Contesta este correo y házmelo saber—realmente podría usar tu consejo!


Alejandro Gonzalez
Founder & CEO, Stepps

 

Back to blog